El miedo
El miedo es un mecanismo innato de supervivencia. ¿o no? El
miedo entendido como freno en echo de actuar impulsivamente, sin analizar los
riesgos es un mecanismo llamado precaución. “espera y piensa”
El miedo a lo desconocido que anula la capacidad de razonar
es algo aprendido, se imita desde niños y se va perfeccionando con el ego,
llegando a crear el pánico.
El primer caso es algo innato, es supervivencia, estar
alerta y seguir nuestras intuiciones y enseñanzas. Actuar en consecuencia
aplicando lo que poseemos y adquiriendo más información de lo que erramos, es,
en definitiva, un comportamiento natural en todos los seres vivos.
Los niños son una muestra de ello. No tienen ese “miedo” adquirido
a todo, sino que actúan aprendiendo en consecuencia, experimentando e
introduciendo nuevos datos de la existencia de objetos, personas, sensaciones,
y observan las reacciones que se producen cuando hace una acción en sus
allegados, en el conjunto de circunstancias y objetos que lo rodean. Y lo hace
avanzando poco a poco y repitiendo una y otra vez hasta que consigue el
objetivo.
Una hormiga avanza por el sendero marcado por la fila de
hormigas, si esta fila se interrumpe buscará otras vías que la conduzcan a su
objetivo.
El ser humano tiene miedo a todo, ese miedo que es aprendido
e imitado. Es paralizante, anula toda capacidad de reacción y lógica. Esto no
es innato, a pesar de la tozudez de excusarse en que es algo natural.
No lo es
Hay varios tipos de animales que cuando se sienten
amenazados se paralizan imitando una postura de muerto, pero cuando pasa el
peligro, avanza
Los humanos sufren una parálisis que dura en el tiempo y va
minando hasta crear una pedida de facultades, tiempo y energía. Perdida de
oportunidades, de conexión y vida.
Por ello el miedo es importante de analizar, su antídoto es
la confianza, cualidad que el ser humano pierde al crecer o mejor dicho al
sociabilizarse. El miedo es aprendido, la confianza es delegada. Cuando
crecemos en confianza el miedo se reajusta a niveles adecuados en el humano de
“precaución” y se abre la puerta a la sabiduría.
Es el mismo concepto que la alegría y la tristeza.
¿cómo caminamos del miedo a la confianza? Hay numerosas
terapias de autoestima que son válidas, pero aquí vamos a comprender los pasos
básicos.
1 Como el miedo es aprendido, se puede redirigir y
restructurar; Tiempo, paciencia y constancia, mucho, mucho, mucho amor
2 La confianza es innata, es lo que nos llevo de niños a
nacer y adquirir aprendizajes en todos los ámbitos, está, la tenemos, solo hay
que recordar cómo se usa. Tiempo, paciencia y constancia, mucho, mucho, mucho
amor
3 Los miedos están catalogados y enumerados, tenemos miedo a
esto, aquello, a lo otro…
4 La confianza es única, vale para todo.
5 Como hay numerosos miedos y una sola y única confianza, a
según vayamos reestructurando los miedos en aprendizajes la confianza se irá
haciendo más fuerte, así que solo con comenzar por un de los miedos, ya vamos
minimizando el resto, hasta que llegue el punto la confianza habrá desarrollado
todo su potencial y muchos de los miedos ya desaparecen por si solos.
Ahora solo queda enumerarlos y comenzar primero uno, luego
otro… Tiempo, paciencia y constancia, mucho, mucho, mucho amor
A nivel energético, el dialogo con la mente es fundamental,
pues superar un miedo es una pérdida para el control del ego, salida de la zona
de confort. Requiere voluntad.
Muchos de estos miedos adquiridos en la imitación, están
escondidas herencias de las cuales no tenemos información. Hay que pensar con
lógica, nosotros actuamos en la reacción del miedo, una vez sanada, podremos
ver las raíces y así sacarlas a la luz.
Un ejemplo: tenemos una maraña de silvas, si cortamos las
ramas primero vamos haciendo espacio para llegar a la tierra y poder sacar las
raíces. Pero si queremos sacar las raíces antes de podar, nos encontraremos con
la dificultad del conjunto y nos haremos mucho daño con las espinas.
Así que cuando veamos un miedo familiar que desconocemos su
porque, actuemos en el momento presente cortando esas ramas para que luego se
pueda actuar en la raíz, que una vez liberada de las ramas tendrá fácil acceso
y sencilla solución. Porque aplicando la lógica cada rama cortada habrá
fortalecido nuestra confianza y al llegar al final puede que las raíces ya
estén secas.
En este proceso podemos usar herramientas de recarga
energética personal, para ayudar el cuerpo físico que somatiza el miedo. Pero
hay algo más a mayores que es pedir “ayuda” no solo a nuestro entorno, sino a
esos seres espirituales que nos acompañan. Sobre todo a esos ancestros de los
cuales hemos heredado los miedos familiares y que ellos ya han sabido liberar
en su proceso de regreso al origen. Nadie mejor que ellos para guiarnos.
La escucha es como ya hemos dicho en anteriores escritos.
Todo está relacionado y tiene el mismo principio.
Hagamos fuerte esa confianza seamos precavidos o sabios y
exploremos el mundo
Los hijos y las Hijas del Amor.
Gracias por Ser, por Estar, por Compartir, por Colaborar en el Amor y la Gratitud
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