LA INFLUENCIA DE LOS ANTEPASADOS EN NUESTRA VIDA

 LA INFLUENCIA DE LOS ANTEPASADOS EN NUESTRA VIDA 

 “Nuestro árbol transgeneracional es nuestro tesoro”. Hay que comprender que llevamos la información de todos nuestros ancestros. 



 Todos formamos parte de un todo El problema es encontrar la solución a la conciencia fragmentada La capacidad de percibir o pensar de manera diferente es más importante que el conocimiento adquirido. (David Bohm) por ejemplo: la hipertensión es un conflicto, quiero expulsar a alguien de mi familia de casa. Quizás tomar consciencia no es suficiente. Hay que llegar al inconsciente, hay que sacar la emoción oculta, hay que ver la transformación, de una emoción con juicio a una emoción libre de juicio. Hay que hacer un trabajo en búsqueda de la emoción que no expreso y de la acción que no hago. Saber lo que tengo que hacer no sirve para nada. Tomar consciencia, automáticamente lleva implícito la acción. Si no pasa a la acción es como si le pica la nariz y se rasca los pies. No sirve para nada. 

 Cuando uno no tiene consciencia de por dónde vienen los tiros, no hagas nada pero cuando tengas consciencia, actúa. Siempre estamos esperando que los demás se muevan y que los demás cambien. Solo puedes cambiar tú. Todo está dentro de ti y todas las personas que te rodean forman parte de tu mundo. Por lo tanto cada una está haciendo el papel que le corresponde. Si queremos saber dónde estamos, que es lo que estamos haciendo y que es lo que estamos recibiendo es muy simple, observa tu exterior, quien está contigo, que te refleja tu exterior. Sobre todo el juicio que haces fuera es el que te haces a ti mismo. Cuando tomamos consciencia de ello, todo es más fácil. No hace falta hacer un viaje al interior, si queremos saber cómo estamos nosotros dentro, solo hay que observar fuera. Está escrito que aquello que des es lo que vas a recibir, pero si no sabes lo que estás dando, observa lo que estas recibiendo.  

Ley espejo

 El transgeneracional es esta misma idea llevada a una praxis, yo puedo saber de mi mismo conociendo mis ancestros. Y si no se de mis ancestros, me conozco, indago en mi mundo y sabré como eran mis ancestros. Así de simple. Hay un concepto que es el holograma y los campos morfogenéticos. Es la base de la física cuántica. 

 Si yo me sano, libero los pecados de mis padres y de mis tres o cuatro generaciones y obviamente, a mis descendientes. Solo tomando consciencia del árbol, hay un cambio en el interior. Nos damos cuenta que es algo que hemos heredado. Un pensamiento que se comparte se refuerza un pensamiento que no se comparte, se divide. La enfermedad está en él y la solución también está en el. La naturaleza no se ataca a sí misma. Somos nosotros los que vivimos separados. 



 HOLOGRAMAS Ésta la podremos encontrar en la física con el ingeniero y ganador del Premio Nóbel en los años 40, Dennis Gabor. Él es el descubridor de la holografía, donde se demuestra que la parte contiene el todo y que el todo está en cada parte. Demostró que: Cualquier imagen óptica podría ser convertida en su equivalen tema temático de patrones de interferencia Vendría a explicar la inmensa memoria humana 280 quintillones de bits de información que presuntamente constituye la memoria humana. ¿Aun sigues pensando que puedes pensar al margen de tu hermano? La parte contiene el todo y el todo contiene cada parte. Por lo tanto esta parte es igual a esa parte. Por lo tanto somos una parte de un todo, todo está en nosotros. No hay que ir a ningún sitio. No hay que ahorrar para hacer un viaje iniciativo. La iniciación empieza por uno y termina por uno. Da la vuelta al mundo si quieres pero volverás a tu origen. ¿Como observo yo mi vida? Como percibo yo mi vida? Así mis patrones de interferencia crean constantemente la vida que estoy viviendo. Su vida es miserable, cambien de interferencia. Una vez que se sabe cómo funciona, solo hay que hacer una cosa, hacerlo. Un rayo la ser incide en un espejo y divide el rayo en dos. Se reflejan, hay una manzana y una película holográfica que recibe la información en patrones de ondas de interferencia. Si el todo contiene la parte y todo está en la parte, haciendo pasar por la película un haz de luz, se produce la imagen holográfica de la manzana, por lo tanto la manzana se encuentra en cada una de las partes de la película. No la vemos, eso se llama “el orden implicado" de todas las cosas” y cuando yo tomo conciencia eso se convierte en el orden explicado de todas mis cosas Y entonces veo la realidad. Nuestras vidas son como la película holográfica, es un orden plegado, nosotros desplegamos nuestras vidas. Somos los máximos y únicos responsables, dejar de proyectar las culpas a quien sea. Libérarse de la culpa y se liberaran de todos los males. Esto es el perdón. No hay nada que perdonar. En todo caso perdónense uds. por no haber aprendido esto antes, nada más. Esto es física cuántica. Por lo tanto cualquier persona que hay aquí es el orden explicado de su árbol transgeneracional, la manifestación física, mental y espiritual de todos sus ancestros. Y sabiendo esto, lo podemos saber todo.  

 


LOS CAMPOS MORFOGENÉTICOS Los campos mórficos reverberan a lo largo de las generaciones con una memoria inherente de la forma y el contorno correctos. Sheldrake, físico cuántico hizo un gran descubrimiento en los campos morfogenéticos, dice que todo tiene una información y explica como en una salamandra pequeñita a través de aparatos muy sofisticados que miden los campos bioenergéticos se dan cuenta que hay una salamandra igual de grande pero en forma de luz, de fotones. Entonces saben lo grande que será la salamandra porque ha estado la información allí. Cogieron semillas de diferentes plantas y fotografiando las semillas veían como serían las plantas. Son los campos morfogenéticos y resuenan. Somos dios en acción. No tenemos que hacer nada, salvo amar todo aquello que están haciendo. Las personas que han escogido en sus vidas no los han escogido uds. los han escogido su inconsciente. La ley de la atracción. 

Principio de Vibración



Otra forma de explicar 

Un iceberg de hielo blanco flotando en medio del océano, ese soy yo, mi existencia, todo lo que soy está ahí, en ese iceberg. Hay una parte que vemos, que sobresale de la superficie del agua, esta parte que vemos representa, en este esquema, mi vida desde el nacimiento a la actualidad, la cima del iceberg es hoy.

La línea de flotación marca el nacimiento. Y la parte sumergida bajo el agua, que es el 90% del total es mi transgeneracional, es toda la carga heredada de mis ancestros que hace que hoy me muestre a flote. De ellos he heredado todos los programas de como afrontar y superar situaciones conflictivas o creencias y valores que me permiten la supervivencia, el mantenerme a flote.

¿Qué pasa cuando el iceberg se empieza a desmoronar, empieza a hacer aguas y mi supervivencia está en peligro, enfermedades, miedos, neurosis, obsesiones, depresiones, ira, etc.?

1. Linea temporal de vida emocional

Primero, puede ser que el hielo acumulado en superficie se desmorone, o sea en nuestro supuesto esquema, conflictos en nuestro timeline de vida emocional, que comprende desde que tenemos conciencia de recuerdo (3, 4 años) hasta la actualidad. Son las llamadas situaciones de impacto o traumáticas acaecidas en la infancia, en juventud o pocos años atrás que hacen que mi vida se desmorone emocionalmente en la actualidad con desequilibrios y trastornos emocionales.

2. El Proyecto Sentido

Segundo, puede ser la línea de flotación la que no aguanta los impactos del agua, y hoy en día se desmorona, esta línea de flotación en nuestro supuesto esquema representa el nacimiento, lo que llamamos "Proyecto Sentido", que se remonta desde el momento de concepción, la gestación, el parto y los primeros años de lactancia y crianza hasta los 3 años.

3. El árbol genealógico familiar

Y tercero, o puede ser esa parte sumergida del iceberg que no vemos pero que supone el 90% de lo que somos, es lo que realmente somos, es propiamente el iceberg, nuestra existencia, para nuestro supuesto esquema, ese 90% sumergido, es nuestro Transgeneracional, es realmente lo que nos mantiene a flote, es toda la herencia genética y epigenética que hemos heredado de nuestros ancestros.


Genéticamente heredamos el color del pelo, los ojos, rasgos físicos, color de la piel, formas de andar, enfermedades. Pero la epigenética ha demostrado que heredamos muchas más cosas, los gustos por aficiones y tendencias artísticas, profesiones, rasgos de carácter, violencia, afabilidad, habilidades sociales, cordialidad, intolerancia, y muchas apariencias que se nos hacen mostrar, no ya como padres, hijos, nietos o biznietos, sino verdaderos dobles que repiten situaciones, parecidas y actúan de formas parecidas frente a situaciones de riesgo, problemas o retos de la vida.



  ANNE SCHÜTZENBERGER Nos introduce al Transgeneracional hace unos 50 años. Desarrolla la psicogenealogía Ay mis ancestros! Es un libro que nos introduce al Transgeneracional (1985) Da sentido a términos como: 

 a) sindrome de aniversario Síndrome del Aniversario hace referencia a las memorias e informaciones presentes en el inconsciente familiar de un clan que se activan y se repiten cíclicamente coincidiendo con fechas, eventos significativos o situaciones concretas. Se trata de una carga transgeneracional inconsciente correspondiente a sucesos traumáticos no asimilados o no digeridos. Esa memoria inconsciente se transmite de generación en generación buscando nuevas oportunidades para quedar resuelta, comprendida o cerrada; pero cuando nos referimos al Síndrome del Aniversario es porque esa memoria está vinculada no sólo a determinadas situaciones emocionales sino a fechas, edades o eventos asociados a dolor, vergüenza y traumas en el inconsciente familiar. No hay que olvidar que toda previsión funciona como un mandato en el inconsciente familiar o del clan. Todos sabemos que el inconciente tiene buena memoria, y así se repiten fechas de nacimientos de casamientos, niños que nacen en la fecha de fallecimiento de un abuelo o abuela para recordar a su progenitor el lazo significativo que tenia con su madre o padre, fechas en que comienza una enfermedad, coincidencia de una separación con los años que el progenitor tenia a la fallecer, a la misma fecha años posteriores pueden repetirse accidentes graves, internaciones, perdidas económicas. A la mima edad que falleció una madre o padre, el hijo o hija comienzan con sintomatología física a veces grave. 

 Detrás de cualquier Síndrome del Aniversario se esconde un duelo pendiente, un trauma o un secreto familiar. Secretos que surgen del anhelo de los padres de proteger a sus hijos y nietos de hechos traumáticos relacionados con enfermedades, adulterios, herencias, abortos, suicidios, robos, etc. Debemos comprender que el inconsciente familiar es un complejo sistema de conexiones en el que entran en escena todas las vicisitudes vividas, sentidas y reprimidas por cada miembro del clan del presente y del pasado. Asimismo, debemos tener en cuenta que en cualquier clan familiar se repiten muchas circunstancias y vivencias, además de nombres y profesiones. Se generan, de este modo, escenarios similares en los que actúan personas que, no olvidemos, portan inconscientemente legados transgeneracionales que les conectan a las generaciones precedentes. La comprensión de estas circunstancias hace posible interpretar el Síndrome del Aniversario no como casualidad o coincidencia sino como el resultado preciso de conexiones que se activan en el inconsciente familiar para revivir y solucionar traumas pendientes.

El inconsciente familiar se alimenta de las lealtades inconscientes que sucesivamente van adquiriendo las distintas generaciones. Así como en un momento dado los padres asumieron los contratos y códigos inconscientes impuestos por el clan, los hijos asumen sus propias lealtades inconscientes para preservar su identidad y territorio en el clan. Es de esta manera como se mantiene vigente y se transmite el Síndrome del Aniversario.

La lealtad es la clave para comprender la "delegación" y los consiguientes descarrilamientos. La persona a quién se delega algo es enviada, pero a la vez está ligada a la familia por la larga cuerda de la lealtad. Las personas delegadas prueban su lealtad cumpliendo la misión que les han encomendado, y la realización de la misión asignada origina sentimientos de autoestima. LAS AFINIDADES Afinidades Naturales: con los miembros del clan. Tíos, sobrinos, hermanos del tío etc. Afinidades afectivas: yo siempre he sido cuidado por mi abuela, es como si fuera mi madre. También puede ser un profesor o alguien que tenga mucha importancia en nuestra vida. Afinidad Freudiana: Atracción a la madre, al padre, al hermano etc. Lo que se llama incestos simbólicos. Afinidad Transgeneracional: lazos inconscientes.-Lazos que te unen inconscientemente a tus ancestros. 

Cuando reparamos, muchas veces lo hacemos mediante la profesión. La gente que repara no gana mucho dinero. Todos nos construimos psíquicamente alrededor de un “drama”. Hay que descargar la parte emocional dramática. Hay profesiones reparadoras. Cuando uno toma consciencia de que se está reparando, empiezas a ganar dinero haciendo lo mismo que hacías antes .Profesores de yoga, actores, temas de salud, son profesiones reparadoras. Si uno se da cuenta que las cosas se repiten en la vida, los mismos jefes, mismo tipo de personas en mi vida... ¿qué estoy haciendo? Estas reparando. Estas atrayéndolo y es algo tuyo. Hay que buscar los secretos del árbol. 



b) El fantasma o hijo yacente El trauma de la pérdida se instala en el inconsciente familiar como si de una verdadera cripta se tratara. A menudo, los traumas, los secretos y los silencios de los padres se instalan en los hijos como un muerto sin sepultura, como un fantasma que retorna desde el inconsciente induciendo fobias y obsesiones. Se trata de una identificación oculta, silenciada. Y esto, la ausencia de palabras, es precisamente lo que más daña a los descendientes. Por que los silencios cargados de emociones pueden tener consecuencias letales, sin olvidar que cuanto más se intenta ocultar, olvidar o silenciar un secreto, más persistente es su recuerdo, más profundamente queda registrado en la memoria y más insistentemente brota a través de lapsus, gestos y comportamientos forzados.

Por tanto, el término síndrome del fantasma o yaciente se usa para indicar que alguien porta en su inconsciente una memoria o una información pesada que lastra su vida. Memorias traumáticas referidas a muertes inesperadas e injustificables para la generación del clan que lo vivió; pérdidas que no fueron admitidas y tampoco gestionadas cuando ocurrieron, duelos que quedaron pendientes. Habitualmente se trata de muertes especialmente traumáticas, como suicidios o decesos prematuros de niños. Acontecimientos suficientemente traumáticos y dolorosos que desbordan la capacidad de comprensión y gestión emocional por parte de las personas que los experimentan. El impacto emocional provoca la negación de esos sucesos y la adopción del silencio como solución de protección “aparente”. Sin pretenderlo, las personas inmersas en el dolor e incapaces de asimilarlo generan con su silencio un “no dicho” que echa profundas raíces en el inconsciente familiar. La memoria de esos sucesos permanece viva en el inconsciente familiar y, precisamente porque se esconde tras una cortina de silencio, se transmite a las generaciones venideras como identificación endocríptica o fantasma, convirtiendo en yaciente al receptor más identificado, por afinidad trasngeneracional, con dichas memorias de dolor. Duelos no hechos, rescoldos vivos de lo reprimido y no asimilado, que quedan como asuntos pendientes en el inconsciente familiar y que finalmente acaban incorporándose al inconsciente de un descendiente que ha sido concebido después de tener lugar el suceso traumático.

Los yacientes, es decir, las personas portadoras de una identificación endocríptica o de un síndrome del fantasma, manifiestan una marcada tendencia a la tristeza ya que viven permanentemente bajo el peso de ese duelo que les ha sido asignado por el inconsciente familiar. Personas con claras tendencias depresivas desde la infancia, que no se autorizan a sentir o a experimentar placer. Son muy habituales los casos de bruxismo o mandíbula tensa y bloqueada, que no es más que la manifestación física de esa negación del placer, represión nocturna de los anhelos y palabras que no se dicen durante el día. Rabia y agresividad retenidas que la persona –receptora inconsciente de la identificación endocríptica- ni siquiera sabe por qué surgen, o contra qué y contra quién van dirigidas.

Suelen ser personas que habitualmente se expresan en un tono de voz muy bajo, como si quisieran pasar desapercibidas. Que tienen la extraña sensación de estar viviendo la vida de otro. Sienten que a veces toman decisiones aparentemente absurdas como si alguien o algo guiara sus pasos al margen de su propia voluntad. Observan que su vida transcurre entre episodios de melancolía crónica y ausencias inexplicables. A veces pueden tener la sensación de que en su interior anidan dos presencias, dos voluntades contradictorias que dificultan la toma de decisiones. Y cuando éstas son adoptadas, surge el reproche interno porque “la otra” parte manifiesta su disconformidad.

Si el inconsciente familiar, concepto acuñado por Alejandro Jodorowsky, hace referencia al sustrato de memorias y experiencias que comparten todos los integrantes de un mismo clan familiar, la transmisión transgeneracional es precisamente el trasvase de esas memorias, experiencias y conflictos emocionales entre las generaciones de un clan, vertebrando y consolidando su estructura sistémica y repitiendo patrones de conducta y de identidad. Las circunstancias que han conformado la vida de individuos de una generación, especialmente cuando han sido traumáticas, se legan e influyen en los integrantes de generaciones posteriores.

Los psicoanalistas húngaros Nicolas Abraham y Maria Törok fueron los primeros en incorporar el concepto de transmisión transgeneracional en sus trabajos sobre conceptos transgeneracionales como el duelo, las identificaciones y el fantasma. De modo que el inconsciente familiar, a través de los padres, deposita en las generaciones sucesivas valores y actitudes que han formado parte de las generaciones precedentes. En esa transmisión inconsciente también tiene cabida la asignación de tareas a realizar, como reparar humillaciones y traumas sufridos en el clan o elaborar duelos pendientes. Estas tareas representan una pesada carga en el inconsciente familiar, por lo que se transmiten de generación en generación, normalmente con una vigencia de hasta cuatro generaciones, a la espera de que algún miembro del clan tome conciencia o repare y desactive el trauma. Estos conflictos emocionales enquistados en el inconsciente familiar suponen también un pesado lastre para los descendientes del clan que, desde su nacimiento, se identifican inconscientemente con los comportamientos y emociones de padres y abuelos, buscando de este modo su integración y reconocimiento como miembros de la familia. Son reacciones biológicas. En sentido arcaico, la pertenencia al clan, al grupo, es un requisito esencial para poder subsistir. Por el contrario, el hecho de poder ser excluido, abandonado, significa morir de hambre o quedar indefenso a merced de los depredadores. Estas memorias, actitudes y peligros continúan grabados en nuestro inconsciente. Su vigencia se traduce en sentimientos de temor ante la mera posibilidad de ser expulsados. Ese miedo a la exclusión implica la deducción de que no hay porvenir si no es en el interior del clan. El miedo a la exclusión y, por ende, a lo desconocido es lo que lleva a los miembros de un clan a obedecer los mandatos del inconsciente familiar y permanecer fieles a él haciendo siempre lo mismo, representando roles similares, a veces insatisfactorios, sin saber por qué.

El hombre tiene una necesidad biológica de conservación y supervivencia; pero, como integrante de esa estructura sistémica que es el clan, tiene también una necesidad de transmisión genética y cultural a sus descendientes. Es el inconsciente familiar, que no se puede entender desprovisto de su inherente componente hereditario. Al integrarse en el clan desde su nacimiento, el ser humano recibe ideales, memorias, creencias, mitos e identidad, de modo que el inconsciente de cada miembro del clan lleva la huella del inconsciente de otros integrantes. Es decir, en el inconsciente de uno se enquistan formaciones inconscientes de otro, dando lugar a la identificación y, sobre todo, a la transmisión.

Precisamente, la no comprensión de cómo se articulan la identificación y la transmisión transgeneracional nos impide poder actuar libremente, al margen de los mandatos inconscientes del clan, quedando expuestos a lealtades invisibles que quizá no comprendamos y que probablemente alteren y condicionen nuestra vida. Este trasvase entre generaciones incluye, obviamente, talentos y recursos; pero también secretos y traumas no resueltos por las generaciones previas. De hecho, la transmisión y la identificación se articulan, sobre todo, en torno a lo traumático, los secretos, los silencios. Cuando un suceso traumático no es comprendido y expresado, o no ha podido realizarse el duelo correspondiente, puede quedar integrado en el inconsciente familiar como una memoria o programa que se transmita de generación en generación. Es así como surgen los mandatos y las alianzas inconscientes, o lealtades invisibles, dentro de un clan.



Tipos de yacientes

El antepasado desaparecido en circunstancias traumáticas que da lugar a la identificación endocríptica o síndrome del fantasma debe haber fallecido antes de ser concebido el receptor, el yaciente. Los efectos y consecuencias del síndrome del fantasma son más intensos y graves cuando el yaciente es concebido dentro de los tres meses siguientes al deceso del antepasado o cuando nace un año después de la muerte. Igualmente, si son varios descendientes del mismo clan los que son concebidos en los meses posteriores a la muerte, el síndrome del fantasma se dejará notar con mayor intensidad en el primero de ellos. El inconsciente familiar dispone sus mandatos y establece sus reglas entre los nuevos miembros del clan buscando la identificación, la reparación del trauma y la realización del duelo pendiente.

El yaciente es vertical cuando sus fechas de concepción o nacimiento guardan relación con la fecha de muerte del antepasado, perteneciente a una generación anterior y, obviamente, el primero fue concebido después del fallecimiento del segundo.

En cambio, el yaciente es horizontal cuando recibe la identificación endocríptica de un hermano fallecido o abortado (intencionada o espontáneamente). En este caso también debe cumplirse el requisito de que el yaciente haya sido concebido después del fallecimiento. Realmente, el yaciente horizontal es concebido para suplir al hermano fallecido como “hijo de sustitución”. Si, además, el “hijo de sustitución” recibe el mismo nombre del fallecido o el nombre que los padres deseaban ponerle al bebé abortado o nacido muerto, las consecuencias del síndrome del fantasma serán más graves y acusadas. También debe considerarse como yaciente horizontal el caso de hijos de sustitución que, habiendo sido concebidos incluso años después de la desaparición de un hermano, reciben inconscientemente de la madre el proyecto sentido de reemplazar al hermano desaparecido. Esto también implica un mandato inconsciente y, por tanto, aunque de una manera no tan evidente, da lugar a la identificación endocríptica en el receptor. El “hijo de sustitución” recibe de la madre, a través del proyecto sentido, el mandato de reemplazar al hermano muerto, de ser como él y de proyectar en este tiempo la figura de aquél.

El concepto de “fiestamanía” está muy ligado al síndrome del fantasma. La ley sagrada del clan familiar es garantizarse su propia supervivencia y nada debe poner en riesgo esa máxima. Cuando el clan pierde a uno de sus integrantes es muy habitual que se despierte entre los miembros supervivientes un anhelo inconsciente de reemplazarlo, un deseo compulsivo de hacer el amor para garantizar la sustitución. Se trata de un impulso biológico e inconsciente. Si se dan circunstancias traumáticas de muerte como las expuestas, nace la identificación endocríptica porque el clan, además de la supervivencia, busca también sanar y cerrar los capítulos que han quedado inconclusos o pendientes en la historia familiar. No hay cadáver; pero llega un niño que toma su sitio. El muerto desaparece en el niño. Asociada a la vergüenza y la culpa, la llamarada de sexualidad de la “fiestamanía” contribuirá a acentuar el trauma y el silencio.



Como conclusión, el yaciente se ve desprovisto de vivir en plenitud su propia vida. Carga con la pesada losa del trauma del antepasado y, además, recibe el mandato inconsciente de cerrar o curar el trauma familiar. Todo ello le lleva a vivir una vida ajena, extraña, porque está a merced de circunstancias cuyo control se le escapa. De hecho, es como si no existiera, como si no valiera por sí mismo. Esto explica por qué entre los yacientes son tan habituales los problemas de identidad y las tendencias depresivas.

Tomar conciencia de la identificación endocríptica y hacer el duelo pendiente es la única forma de cerrar el capítulo traumático para que no siga transmitiéndose al menos durante cuatro generaciones antes de comenzar a diluirse. El duelo es un proceso a través del cual la persona o el clan que ha sufrido una pérdida elabora las emociones que fueron reprimidas cuando tuvo lugar el trauma. Aunque hayan pasado años o décadas, es preciso poner palabras a lo ocurrido y expresar los sentimientos. Es necesario hablar del muerto en el ámbito familiar, devolverle su lugar, su protagonismo y su identidad; rescatarle del silencio. Hay que restablecer la memoria del muerto manteniendo vivo su recuerdo. El duelo es un proceso imprescindible para llevar la emoción a los recuerdos y para poder seguir adelante en la vida.

En ocasiones, el obstáculo para llevar a cabo el duelo no está en el portador del síndrome del fantasma sino en otros miembros del clan familiar que, como supuesta medida de protección, rechazan escuchar las palabras y emociones del que pretende hacer el duelo. Cuando no se puede hacer el duelo, éste queda congelado, pendiente. Esto puede provocar efectos muy perjudiciales en las generaciones posteriores. En este sentido, las generaciones sucesivas, más desconectadas emocional y cronológicamente con el trauma y las circunstancias en que tuvo lugar, se verán invadidas por una gran confusión y desorientación, quedando más expuestas a somatizar el trauma con enfermedades de mayor gravedad.

Hacer el duelo es un paso ineludible para despedirse de la persona y liberar al clan familiar del trauma emocional de la pérdida. Lo primordial para liberarse de la identificación endocríptica es comprender que la negación y la represión de los procesos traumáticos fortalecen y alimentan su vigencia y su transmisión entre generaciones. La solución está en otorgar a todos los ancestros su lugar y su protagonismo, sin silencios ni secretos, para poder diluir pesados lastres que limitan y condicionan la evolución del yaciente y del propio clan familiar.

Duelo



¿Cómo se calculan los dobles en el árbol genealógico?. .

1. Crea tu árbol genealógico

Empieza creando tu árbol genealógico (hasta 4 generaciones hacia arriba). Una vez tengas elaborado tu árbol sigue estos sencillos pasos e irán apareciendo todos los dobles de tu árbol.

2. Busca los dobles por nombre, profesión y fecha

Doble por nombre:

Busca dentro de tu árbol las personas que tienen tu nombre o que fonéticamente suenan muy similar. 

Ejemplo: Marta y Mirta.

Doble por profesión:

Busca personas dentro del árbol con las que compartas profesión o que quisieran serlo y no pudieron. 

Ejemplo: mi abuela quería ser artista, ella no pudo y yo soy artista.

Doble por fecha:

Busca personas dentro del árbol que compartas fecha (por nacimiento o defunción). Aquí pon atención porque tienes que seguir unos pasos muy sencillos pero que implican sumar y restar.

Escribe tu fecha de nacimiento y réstale 7 días. Ahora súmale 7 días. Te dará como resultado un periodo de fechas de +/- 7 días. 

Por ejemplo: He nacido un 15 de enero, si sumo y resto 7 días, el rango de fechas queda entre el 8 y el 22 de enero

Ahora que tiene el rango de fechas, vamos a por los meses. Haz 3 columnas y escribe los números del 1 al 12. Cada número corresponde a un mes, por ejemplo, enero es el 1. Busca tu mes y mira por columnas con qué otros meses tienes relación. 

Si eres de enero, están en relación con 4 abril, 7 julio y 10 octubre.

Ya solo nos queda un paso más! Busca en el árbol las personas que comparten contigo el rango de fechas y están en relación al mes. 



Si seguimos con el ejemplo: busca entre el 8 y 22 de enero, abril, julio y octubre aquellas personas que nacieron o murieron.

Ya tienes los dobles de tu árbol y por lo tanto ya conoces con quién podrías estar en lealtad.



Dime qué te duele y te diré a quien perdonar o qué superar

El lado izquierdo, nos conecta con lo maternal, el aspecto femenino y receptivo. Por el lado contrario el lado derecho del cuerpo con el aspecto masculino, el padre, con el exterior.

Cuando tomas conciencia de qué zona del cuerpo tiene una enfermedad y su ubicación (izquierdo o derecha), puedes comenzar a buscar si tiene causas emocionales que puedes tratar para sanar y superar esa enfermedad que te aqueja.


Síndrome de culpa o frustración sexual: las áreas del cuerpo afectadas son las ingles, estómago y parte baja de la espalda. Su causa podría deberse a sentimientos de culpa por infidelidad, incapacidad sexual, frustración en la misma área y temor a este tipo de agresiones. Los síntomas relacionados a este síndrome serían la acidez, dolores menstruales, estreñimiento, infecciones vaginales, problemas de riñón, menstruación abundante o ausente, problemas en la próstata o testículos.


Síndrome de lucha: las partes del cuerpo comprometidas serían las manos, dedos y brazos. Sus causas serían la negación, incapacidad de hacer o alcanzar lo que se desea, necesidad de expresarse, baja autoestima por lo que cuesta concretar, sentimiento de rechazo. Y los síntomas a esto son problemas en articulaciones de brazo, mano y dedos. Artritis, reumatismos, ampollas en los dedos y verrugas.


Síndrome de huida: el área más afectada son las piernas y pies. Habla de la necesidad de escapar de una situación física o emocional y sus causas psicológicas nos hablan del miedo a enfrentar situaciones dolorosas o hasta una relación conflictiva, el aburrimiento y la rutina, el miedo al desastre o al éxito. Los síntomas físicos son sensación de ardor o quemazón en dedos y pies, mala circulación y dolores en las piernas.


Básicamente, desde los 0 hasta los 5 años, construimos nuestra identidad, en este lapso de tiempo, funcionamos como esponjas, absorbiendo todas las influencias del entorno en el que estamos inmersos; principalmente, la relación con nuestros padres. Durante este periodo, no tenemos criterios de valoración, ni juicios, ni creencias que respalden juicios, en síntesis, no tenemos desarrollada la capacidad de discernimiento, para separar lo correcto de lo incorrecto, lo verdadero de lo falso y lo real de lo imaginario, no tenemos defensas psíquicas y por lo tanto, asumimos el comportamiento de nuestros padres hacia nosotros como una verdad incuestionable, y ahí empezamos a juzgarnos. Más adelante, comienza a aparecer esa programación, plagada de creencias limitantes, en las experiencias que nos presenta la vida, y ésta se convierte en la proyección de la película que se formó en el inconsciente.

Entonces, ¿podemos decir que estamos programados para enfermarnos gracias a una combinación entre la programación heredada de nuestros padres, nuestra relación con ellos y las influencias que recibimos del medio que nos rodea? Sí, pero es un poco más complejo.

Resulta que nuestros padres también traían su sistema de creencias, que a su vez, heredaron de sus padres y así se van perpetuando estas ideas en una cadena que puede abarcar varias generaciones; a estas memorias que se reproducen de forma automática de padres a hijos, y que alimentan una falsa noción de la realidad, se les llama: “memorias erróneas”. Estas memorias son programas de supervivencia, aprendizajes que se generaron a partir de dramas, situaciones traumáticas, crisis, conflictos y circunstancias que llevaron a la persona más allá de sus límites, dejando una huella indeleble. Podemos definir al “transgeneracional” como el viaje de una memoria emocional que quedó plasmada no sólo en la psiquis de los miembros de una familia, sino en sus genes y fue transmitida a las generaciones siguientes. La solución a ese drama puede surgir en la tercera, cuarta y hasta séptima generación y puede expresarse de muchas formas, una de ellas, es la enfermedad. Una condición clínica puede manifestarse en varios miembros de una familia y seguirá repitiéndose hasta que “alguien” la resuelva y la gestione, tomando consciencia; es por esto, que dentro de la Descodificación Biológica, las personas que expresan con sus cuerpos algún tipo de desequilibrio, son llamados: factores de consciencia, aquellos que tienen la misión de liberar al árbol familiar de una memoria errónea.

¿Todas las enfermedades tienen su origen en el transgeneracional? No, pero si las acompañan unas emociones.

Enlace al diccionario de enfermedades y emociones

Diccionario emociones y enfermedades


"Con constancia y paciencia se avanza cada día en el resurgir de una nueva era".


Los hijos y las Hijas del Amor.


Gracias por Ser, por Estar, por Compartir, por Colaborar en el Amor y la Gratitud


(Extraído de varias fuentes)







 


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